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Etapa 18: Pinzolo – Laghi di Cancano (Parque Nacional del Stelvio)

Bajo el signo de Orión

Miguel Ángel López gana la etapa de las 85 curvas cerradas

Laghi di Cancano, 28 de mayo de 2020
Por nuestro enviado Francesco Calvetti
dibujo por Gianluca Folì

Orión está en el cielo entre Tauro y Géminis. No es un signo del zodiaco pero hoy el Sol transita justo por Orión, el gigante cazador del mito griego y latino. Hoy no falta de nada: 4 puertos, 10 valles, 5.400 m de desnivel, 85 curvas cerradas en subida y 54 en descenso, 21 túneles; 207 km de asfalto y dos de cortafuegos, para terminar; una Cima Coppi y un Parque Nacional. Esta de hoy es una etapa para héroes. 

Se empieza en Pinzolo, Val Rendena. En un instante está Madonna di Campiglio. No hay tiempo para pensar en lo que fue y en lo que habría podido ser, ni en contrario ni en a pesar de que. Le sigue inmediatamente el Campo Carlo Magno. Salta a la caza Ciccone con López y Chaves. Mäder aprovecha la ocasión para defenderse, Carapaz para rehacerse, Visconti sobre el impulso de ayer. Con ellos los velocistas para hacer el grupito delantero, que nunca sean víctimas del fuera de tiempo.

Val di Sole, Val di Non, la fuga está cerca. Pozzovivo está blindado, Nibali y Fuglsang también, aunque solo sea para la etapa. Betancur y Evenepoel ni eso. Saben que seguir será una masacre, no hacerlo una rendición anticipada. Equipos a trabajar, ya, junto con los hombres del maillot rosa.

Le toca al Castrin, Hofmahdjoch, porque ya es Alto Adige en las dos laderas. No es la frontera y no es el paso, la carretera evita por el túnel los pastos que le dan el nombre. Bajo el Castrin pasan López y los demás escaladores, solo Mäder les sigue. Detrás, Betancur lo prueba. Bilbao intenta responderle, esconder una dificultad ya profunda. Nada que hacer, el imperativo se convierte en salvarse, encontrar amparo en el pequeño grupo descompuesto de los velocistas de primera hora. Betancur refuerza, tira de un grupo reducido a los más fuertes, en la cima la rosa virtual ya es suya. Mientras en el túnel se hace el recuento de los que han sobrevivido, Evenepoel sorprende a todos y acelera en picado hacia el Val d’Ultimo.

Se dice que la curva cerrada es el mejor amigo de los ciclistas. Quizás en la subida. En la bajada no. Corta el ritmo y obliga a acelerar de nuevo, exige perfección de líneas. Hoy se afrontan  más de 139 curvas cerradas. De estas 139, hay 54 en bajada. De estas 54, bajando el Castrin hay dos. De estas dos, es suficiente una. Betancur se resbala. Fuglsang en un segundo está en el suelo con él, entre los fragmentos de carbono y tubulares desgarrados de las ruedas. Fin de los sueños. Nibali y Caruso se salvan entre la piedra del muro y el acero del quitamiedos: una camino atraviesa el prado, bendito camino, pero tampoco hace falta recorrerlo hasta la casa en la que concluye. Uno y otro se dan la vuelta y retoman el asfalto, y, mientras, Betancur se levanta.

Pozzovivo sale indemne, solo y libre, recoge a Evenepoel y en San Pancrazio alcanza al grupito del joven escudero Mäder. Para los otros grandes el ataque acaba de empezar, hay que parar a Ciccone y Chaves. Ya no hace falta parar a López. Val d’Adige, val Venosta. Con el viento en contra es suficiente estar bien cubiertos. Pero, cada valle lateral es un golpe desde el costado, al costado. No hay defensas en fila india. Se abre el abanico, pero la carretera es más larga que ancha. Protección para pocos. Adelante los de la NTT, con Carapaz, Evenepoel y López que prefieren colaborar hacia un destino incierto. 

Atrás intereses contrapuestos y cualidades diferentes, a cada ráfaga el grupito se desgasta por selección natural. A un minuto Nibali, Caruso y Dumoulin, a dos Yates y Betancur. Los otros, desperdigados. Se llega a Prato allo Stelvio y se da la vuelta siguiendo el riachuelo que pasa por el valle. Y por fin en Trafoi, donde la vista se abre hacia el glaciar del Ortles. Quedan 48 curvas cerradas, tampoco muy amigables en subida.

Las pendientes interesantes se hacen tóxicas por la altura y por la distancia. Betancur salta tres veces. En dos ocasiones Yates aguanta y entra otra vez. A la tercera Yates responde con una aceleración, Betancur baja la mirada y razona. Está entrando en el grupo de Caruso y Dumoulin, puede bastar con terminar el día de rosa, quién sabe.

Curva cerrada 36, delante Pozzovivo y Mäder suben regulares, al máximo de los watt consentidos, al límite.

Evenepoel sigue todavía ahí, aferrado, con López y Carapaz al acecho. Nibali y Yates aún persiguen, rasgando segundos. Betancur cada vez está más lejos. Radiocorsa informa, el maillot blanco es también rosa. Altitud 2.000, el desfiladero aparece 24 curvas cerradas más arriba. Un espejismo excavado por la nieve, engaña la mirada, ilusiona la mente. Mäder sueña lo imposible, ataca. Un rectilineo, una curva cerrada, querría aguantar pero se apaga. Pozzovivo se gira, incrédulo por el ataque, traición y suicidio. Ve a Mäder más y más pequeño, a la deriva. Ve a Nibali y Yates, más y más grandes. Se unirán a él, pero la rosa es suya por ahora. Altitud 2.500, poco oxígeno para respirar, 12 curvas cerradas para concluir la escalada Las primeras seis no son suficientes para López y Carapaz para irse a solas, armisticio. La novena es suficiente para Evenepoel, la cima Coppi es del joven Rey.

Descenso, en un instante estamos en Quarta Cantoniera. Con una bicicleta de montaña se podría seguir todo recto por el Giogo di Santa Maria, emprender el recorrido que planea alrededor de los Lagos de Cancano. Solo un sueño, la carretera vira y se orienta hacia abajo, hacia Bormio. Tal vez era el sueño de Carapaz, que va recto sin otra explicación aparente, engañando incluso a Pozzovivo. Ahora Nibali es el líder virtual y encabeza el ataque en el descenso: volver a entrar es una ilusión. Cazadores sin esperanza.

Termas antiguas y Termas nuevas, soñando con tratamientos regenerativos. Otro día. Un instante y ya estamos en Scale di Fraele, 17 garfios cercanos como escalones. López y Yates para la etapa, al acecho para el esprint decisivo. Nibali y Evenepoel para la clasificación, ritmo desde ya. Cuatro kilómetros, Evenepoel sufre pero todavía está lúcido, se vestirá de blanco de todas formas. Tres curvas cerradas, Yates esprinta y López reacciona. Dos túneles, viceversa. Una curva, se baja la pendiente entre las Torri. Para Nibali esto ya está hecho, ya no hace falta responder. Se lo juegan dos, el asfalto a sus espaldas: Simon Yates, científico genial en busca de la fórmula perfecta, contra Miguel Ángel López, pincelada poderosa y corazón de artista. Y tras 209 km, 5.400 metros de ascensión, 4 puertos y 10 valles, 139 curvas cerradas y 21 túneles, en Cancano, Parque Nacional del Stelvio, no es un día para la ciencia exacta.


Classifiche

Ordine d’arrivo tappa 18

1Miguel Ángel López 
2Simon Yatesst
3Vincenzo Nibalia 03"
4Remco Evenepoela 32"
5Richard Carapaza 01'27"
6Domenico Pozzovivost
7Romain Bardeta 03'00"
8Il'nur Zakarinst
9Wilco Keldermanst
10Giulio Cicconest
Mäder, Caruso, Dumoulin, Betancur, Cattaneo, Formoloa 03'56"
Gruppo Bilbao e Van Garderena 16'48"

Classifica Generale tappa 18

1Vincenzo Nibali 
2Carlos Alberto Betancura 01'13"
3Remco Evenepoela 01'22"
4Domenico Pozzovivoa 01'31"
5Mattia Cattaneoa 02'56"
6Gino Mädera 03'14"
7Simon Yatesa 03'47"
8Miguel Ángel Lópeza 03'47"
9Richard Carapaza 03'57"
10Giulio Cicconea 04'07"
Damiano Carusoa 04'08"
Wilco Keldermana 04'57"
Il'nur Zakarina 05'40"
Romain Bardeta 06'02"
Pello Bilbaoa 11'03"
Tanel Kangerta 11'04"
Davide Formoloa 11'10"
Rohan Dennisa 15'11"
Tejay Van Garderena 24'46"
Tom Dumoulina 24'57"

Maglie tappa 18

Maglia Rosa:Vincenzo Nibali
Maglia Ciclamino:Elia Viviani
Maglia Azzurra:Giovanni Visconti
Maglia Bianca:Remco Evenepoel

 

 

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