A cargo de Michele Lauro
En un escenario majestuoso con vistas a las laderas del Pollino, desde corso Garibaldi de Castrovillari empieza una etapa que recorre tres regiones —Calabria, Basilicata, Apulia— y une dos mares. Dejada la costa calabresa del mar Tirreno al otro lado de las cimas, la carretera provincial SP263 corre hacia el mar Jónico dibujando una curva cerca de Francavilla Marittima, donde la carretera estatal SS92 llega a la playa de Villapiana. Aguas cristalinas y largas playas de arena o rocosas, natural prosecución de las llanuras del interior, la costa del alto Jónico de Cosenza cuenta con vastos campos incontaminados. Después de haber superado los paseos marítimos de Trebisacce, Amendolara, Roseto Capo Spulico decorados con palmeras, se perfila el arco del Golfo de Taranto. Nova Siri Scalo introduce el breve litoral jónico de Basilicata, con sus playas doradas. La carretera circula cerca de la costa entre plantaciones de fruta y hortalizas, en la fértil llanura regada por cinco ríos (Sinni, Agri, Basento, Bradano y Cavone). Asomados a un mar azul y tutelados como reservas naturales, los parques arqueológicos de Policoro y Metaponto narran todavía el antiguo cuento de una Magna Grecia que englobó poblaciones y culturas de todo el Mediterráneo.
Desde ahí la carretera estatal SS106 recorre la costa oeste de Taranto desde la desembocadura del río Bradano hasta la del río Tara, rodeada de pinares y conjuntos de dunas. Gira al final hacia el punto más escondido del golfo en dirección al núcleo urbano de Taranto que pasa por dos emocionantes puntos panorámicos que se asoman al Mar Grande y al Mar Piccolo. Después de haber superado los complejos industriales y San Giorgio Jonico, la larga recta final de la histórica vía consular romana (hoy carretera estatal SS7) gira en dirección al Salento, pasando por los centros abarrotados de Francavilla Fontana, Latiano y Mesagne, última ladera montañosa orientada hacia la amplia llanura de Bríndisi y, más allá, hacia el mar Adriático.
Una vez confín de la Vía Apia y principal puerto imperial de Oriente, hoy puerta de entrada (y aeropuerto) a la parte septentrional del Salento, Bríndisi está íntimamente relacionada con el mar. Se encuentra en una pequeña península encerrada entre dos caletas llamadas respectivamente seno di Ponente y seno di Levante, que forman el puerto interno, que comunica a través del canal Pigonati (A3) con el puerto medio y, gracias a otra entrada, con el puerto externo. En la isla de Sant’Andrea se erige el castillo deseado por Fernando de Aragón en 1445, también llamado “castillo del mar” para distinguirlo del suevo del siglo XVI llamado también “castillo de tierra”. Justo en las afueras de la ciudad, en dirección a la costa septentrional, se perfila en el campo la iglesia de S. Maria del Casale, de estilo románico-gótico, con fachada policromada y decorada con frescos bizantinos del siglo XIV.
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Far far away, behind the word mountains, far from the countries Vokalia and Consonantia, there live the blind texts. Separated they live in Bookmarksgrove right at the coast of the Semantics, a large language ocean. A small river named Duden flows by their place and supplies it with the necessary regelialia. It is a paradisematic country, in which roasted parts of sentences fly into your mouth.