A cargo de Michele Lauro
A las puertas meridionales del Parque regional del Delta del Po, la zona húmeda de Cervia con sus salinas es el punto de partida de un trazado que, en unos 200 km, atraviesa territorios de extraordinaria calidad artística, naturalista y paisajística. La carretera SS 16 bordea en el primer tramo la Pineta di Classe, residuo del gran bosque llano que antaño cubría por completo este tramo de la costa. Diversos senderos recorribles a pie, en bici y a caballo se adentran entre los pinos piñoneros, las carrascas, los carpes, los arbustos mediterráneos. Aquí en época bizantina se ubicaba la flota (classis) de Constantinopla en Occidente, como lo atestigua la magnífica basílica de S. Apollinare in Classe. La carretera luego rodea Ravenna en dirección a los valles de Argenta, en territorio ferrarés. Área deprimida que siglos de saneamientos han privado a los pantanos, alterna grandiosos testigos de arqueología industrial de los siglos XIX y XX (como las imponentes instalaciones de succión aún activas para dirigir las aguas a los ríos), restos romanos como en la antigua Voghenza, y las maravillas refinadas diseminadas por los duques de Este en la campiña entre los siglos XV y XVI, tuteladas por la Unesco como ejemplo de la influencia de la cultura del renacimiento sobre el paisaje natural. Desde Argenta la provincial 29 sobrepasa la autopista de enlace a la altura de Ducentola y entonces entra en Véneto atravesando el puente Po de Volano. Polesella anuncia la campiña llana del Polesine, mundo borroso que marca los horizontes extensos de un tejido artificial de canales, bombas de succión, geometrías de cultivos y alamedas. Una vez cruzado el centro de Rovigo, la SS 16 apunta recta al norte, hacia Monselice, que, sin embargo, se alcanza solo tras un desvío tortuoso: un anillo panorámico amplio por las Colinas Euganeas, archipiélago de relieves en la llanura paduana, fruto de antiguas erupciones volcánicas submarinas. Tras las subidas breves y escarpadas por el Passo del Roverello y el Calaone, la cortina espectacular de torres del castillo de Este mira de arriba a abajo la llegada en el valle de Monselice.
Centro balneario y portuario rodeado por una estensa pineda y depositario de una tradición secular de recogida de sal marina integral. El puerto-canal se extiende hacia el mar en una hermosa dársena sobre la que despuntan la poderosa torre de San Miguel (1691) y el complejo de almacenes de sal, del s. XVIII, que acogen el Musa —Museo de la sal—. La amplia salina de Cervia, zona húmeda de importancia internacional tutelada por una Reserva Natural y puerta meridional del Parque Regional del Delta del Po, es visitable y perfecto para realizar excursiones guiadas, a pie, en bicicleta o sobre pequeñas embarcaciones eléctricas. El centro histórico confluye en plaza Garibbaldi, donde se encuentran, la una frente a la otra, las sedes del poder civil (el Palazzo Comunale de 1702) y eclesiástico, con la catedral coetánea dedicada a la Asunción. A la espalda del núcleo habitado se extiende la Pineta di Cervia, surcada por senderos señalados, que llega hasta la provincia de Milano Marittima y que está subdividida en cuatro zonas (stazzone, capanna, dune, bassona).
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