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etapa_6: Catania-Villafranca Tirrena

etapa_6: Catania-Villafranca Tirrena

 

A cargo de Michele Lauro

La etapa abre el telón sobre los escenarios barrocos del paseo marítimo de Catania, hito entre el mar Jónico y el gran cono que vigila en simbiosis toda el área metropolitana. El encantamiento paisajístico sigue a lo largo de la SS 114 Orientale Sicula que cruza toda la ribera etnea, magnífica zona litoral plagada de aldeas marineras —hoy balnearios— y reminiscencias griegas en el prefijo Aci, que recuerda un río borrado por las erupciones y la antigua ciudad de Akis: Aci Castello, Aci Trezza, Acireale, y luego Riposto, Giarre, Fiumefreddo di Sicilia en cuyos alrededores una reserva natural tutela el delicado ambiente fluvial y palustre. El paso a Taormina renueva la emoción delante de las alas de mariposa de su pueblo, tendido en la terraza de un acantilado que se asoma sobre el mar; después el recorrido gira casi 90 grados hacia el interior, adentrándose en los falsos llanos basálticos del valle del Alcántara a lo largo de la SS 185, sobre las primeras capas de los Peloritani.

Portella Mandrazzi constituye, al final de una subida tortuosa, el hito entre el lado jónico y el tirreno. Se vuelve a ver el mar cerca de Terme Vigliatore, en cuyo territorio se encuentra una hermosa villa romana descubierta en 1953. Los últimos 40 km pasan por el litoral tirreno lleno de núcleos habitados, acariciando la península de Milazzo con vistas sobre las islas Eolias antes de la llegada al paseo marítimo de Villafranca Tirrena.

 

Catania

“Capital” de la Sicilia oriental, se condensa con su amplia y desordenada área metropolitana desde el Jónico hasta las faldas meridionales del Etna. Fue una de las colonias griegas del siglo VIII a.C., pero hoy se presenta con un noble y lujoso aspecto barroco del siglo XVIII que recibió por el plan urbanístico del palermitano Giovan Battista Vaccarini, cuando fue reconstruida después del catastrófico terremoto de 1963 (al que el volcán fue ajeno, según la ciencia geológica). Lugar destacado en la historia de la música y de la literatura (aquí nacieron Vincenzo Bellini y Giovanni Verga), mantiene en el casco antiguo el tejido urbano regular sobre ejes paralelos y perpendiculares, interrumpido por los pintorescos ensanches de Piazza Duomo, Piazza Universitá, Piazza Mazzini y engalanada con residencias nobiliarias, edificios burgueses, iglesias y monasterios; desde la Catedral, la Via Etnea —epicentro turístico y social de la ciudad— apunta hacia la montaña: un conjunto monumental y paisajístico protegido por la Unesco entre los Patrimonios de la Humanidad.

 

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